Rasgos del caracter de sus gentes
A pesar de las campañas y de denuncias a determinados calificativos la imagen negativa del pueblo andaluz
perdura .
Una investigación realizada por la Universidad de Granada entre estudiantes, del resto de España y del
extranjero, tacha a los andaluces de "juerguistas", "alegres" y "vagos". También se nos ve como
"abiertos", "amantes de su tierra" y "hospitalarios", de esto se deduce que el estereotipo de los
andaluces es el de una persona alegre y jovial amante de la fiesta y poco dada al trabajo, de carácter
abierto y hablador, con gran don de gentes, con gran sentido del humor, dados a cometer exageraciones y
fanfarronerías hablando.
Los alumnos extranjeros, que participaron en el proyecto, confesaron tener una imagen estereotipada de la
región, en la que el flamenco y el folklore eran los protagonistas. Aunque confesaron haber cambiado de
opinión al haber vivido en Andalucía.
En las series españolas de televisión o en el cine, se les ha retratado profesionalmente como
inmigrantes a la capital, que trabajan en el servicio doméstico o en la hostelería. Un ejemplo de ello es
Juani de Médico de Familia, o Emilio de Aquí no hay quien viva.Un ministro de Franco preguntaba un día
que... ¿Para que querían los andaluces industria? Sí con sol, alegría y playa ya tenían bastante.
El peor de los adjetivos que asocia a los andaluces es el de ser vagos. El más grande de los tópicos que
siempre persiguió a esta tierra.
Pero hay una caracteristica que siempre nos ha perseguido sobretodo desde la época del franquismo:El mal
hablar de los andaluces
Motivos históricos, sociales y políticos han llevado a creer a muchos españoles, entre ellos andaluces,
que el andaluz no es un dialecto sino una tosca y aleatoria deformación de la lengua española. De esta
manera, ha existido tradicionalmente una visión negativa del dialecto andaluz por parte de los hablantes
de otras variedades lingüísticas de España.
Es común por ejemplo usar el andaluz en diálogos humorísticos de ciertos personajes varios buscando un
efecto cómico. De hecho, existen referencias que desprecian, rechazan o condenan al andaluz desde
principios del siglo XVI.
Tal concepción se apoya en dos creencias:que el andaluz es una "deformación vulgar" del español
"correcto" , y que el andaluz es producto de la ignorancia y del atraso cultural de los andaluces.
A esto se le suma que a lo largo de la historia al emigrar muchos andaluces acaban avergonzandose de su
acento, lo que fomento esa idea preconcevida de Despeñaperros para arriba.
Asimismo, la escasa presencia del dialecto andaluz en los medios de comunicación es muy reveladora. En la
Radio y Televisión de Andalucía, los locutores suelen hablar la variedad estándar con pronunciación
ortográfica escolar o, a lo sumo, un español con cierto acento "andaluz", limitado a la aspiración de la
/s/, el seseo y a otros fenómenos fonéticos más o menos aceptados. El libro de estilo de Canal Sur, que
considera «vulgares» la mayoría de los rasgos dialectales andaluces, es un testimonio del papel que se da
al dialecto andaluz en los medios de comunicación gubernamentales.
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